Una temporada más los grandes equipos de Europa cierran contratos millonarios para diseñar sus nuevas equipaciones. Entre ellos sobresale la marca alemana Adidas copando 6 de los 10 clubes con mayor presupuesto y más influencia. En esta guerra Nike pierde terreno quedándose sólo con FC Barcelona y PSG, mientras Puma y New Balance con Arsenal y Liverpool mantienen una posición de privilegio en el ranking.
En esta gráfica se puede observar cómo cada vez las marcas deportivas pagan más para vestir a las sociedades más fuertes. Unos contratos que también tienen condicionantes: Utilizar en determinadas ocasiones las camisetas alternativas jugando de local o realizar artículos de regalo que poco o nada tienen que ver con el equipo.
Con estos precios no es de extrañar que estas empresas cada vez tengan más poder en el mundo fútbol. Basta echar la vista atrás a la Champions League de la temporada pasada, cuándo el eslogan de Nike protagonizó el mosaico de las semifinales en el Camp Nou y el Juventus Stadium. En el partido más importante de la temporada en casa prevaleció la marca a cualquier decisión adoptada por los aficionados para dar colorido a su estadio.
En una época dónde en el fútbol sólo importa vender, las grandes marcas deportivas tienen la veda abierta para influir gracias a sus contratos millonarios. De nuevo la opinión de los socios es “silenciada” por el mercado.