Ardita, el equipo romano de fútbol popular, volvió ayer a la cancha tras la violenta agresión sufrida la semana pasada, cuando seis aficionados romanos fueron hospitalizados por lesiones causadas por palos de hierro y madera.

“Hay luces que no se apagan”: el tifo propuesto por la grada del Ardita.
Durante la semana fueron retenidas 9 personas entre 18 y 32 años, todas residentes en la provincia de Viterbo, cerca del pueblo donde decenas de encapuchados interrumpieron el partido. Entre ellas, muchos integrantes de grupos de extrema derecha y el candidato alcalde de la formación política Casapound a las pasadas elecciones de la ciudad de Viterbo.
“Volver a la cancha es la mejor respuesta”, ha declarado el capitán del conjunto giallo-nero, que hoy ha vuelto con una victoria por 1 a 0 contra el Shot Cassia, respondiendo de la mejor manera a la violenta intimidación. Pero la respuesta llegó también desde la grada, a la cual acudió el doble de las personas del normal, para decir al Ardita que no está sola y que la violencia no puede parar un equipo que ha puesto el aficionado al centro de su mundo.

«El deporte popular no se toca»
Tràs la agresión, Ardita había publicado un comunicado en que declaraba que “hay que considerar este ataque como dirigido no solo a nosotros, sino también a todos los clubes que luchan por un modelo diferente de deporte”. Por esto, el equipo ha lanzado durante la semana una campaña de solidaridad contra la agresión, pidiendo a todas las aficiones de fútbol popular de exponer una pancarta con escrito el fútbol popular no se toca.
Ya han llegado las primeras respuestas, desde el Atlético San Lorenzo del homónimo barrio romano.
El Quartograd
RFC Lions Caserta
También desde el Afro-Napoli United y el Spartak Lecce.
Centro Storico Lebowski
Spartak Lidense
Stella Rossa 2006
AC Perugia
En nuestro fútbol, el FC Tarraco también ha mostrado su solidaridad