Un nuevo caso de racismo en el Calcio, esta vez en el Cagliari – Pescara. Los hinchas sardos comenzaron a gritar contra el jugador ghanés Sulley Muntari y este tomó la decisión de actuar. En el primer tiempo, se acerco a un grupo que le estaba insultando y le regaló la camiseta. Pero en el fondo otro grupo de aficionados siguieron con los insultos. Ahí es cuando Muntari se acerca al árbitro para pedirle que haga algo, y la respuesta fue una tarjeta amarilla para el jugador y la total impunidad de los cánticos racistas.
El propio Muntari deja claro en sus palabras después del partido que «si los árbitros no ayudan, no hay nada que hacer. Los jugadores son las víctimas, pero también los árbitros deben parar los partidos para que estas acciones no se repitan».
También Zdenek Zeman sale en defensa de su jugador «se charla mucho sobre el racismo, pero después no se hace nada». Es el propio Zeman en rueda de prensa quien explica lo sucedido: «Los hinchas del Cagliari lo han atacado con cánticos racistas, él ha pedido la intervención del arbitro. Sulley ha decidido abandonar el campo en señal de protesta».
El jugador ghanés ha abandonado el campo al grito «Es mi color de piel», mientras los insultos seguían lloviendo desde la grada.