En el encuentro de clasificación para el Mundial 2018 disputado el pasado 1 de septiembre en Praga ocurrió algo que avergüenza a la sociedad alemana: cánticos nazis de seguidores que supuestamente van representando a Alemania por Europa. Durante todo el partido se escucharon gritos y canciones que recordaban el aniversario de la invasión de Polonia.
Los propios jugadores en el campo se dieron cuenta del ‘escándalo’ y evitaron dirigirse a sus seguidores al final del choque tras superar a la República Checa. El defensa Mats Hummels hizo de portavoz del vestuario y expresó su rechazo en televisión. La imagen de los brazos extendidos, los “Sieg Heil” y los insultos a Werner manchan la imagen del país:
Es un escándalo, un asco. Espero que no entren más dentro del estadio

Timo Werner
Este grupo de radicales además de mostrar sus detestables eslóganes, también buscaron un chivo expiatorio: Timo Werner. El delantero del Red Bull Leipzig es insultado a pesar de los buenos números en la selección (4 goles en 7 partidos). No pueden aceptar que haya dejado un club tradicional como el Stuttgart para irse al este. Además, no soportan que haya simulado para obtener un penalti hace ya casi un año contra el Schalke.
Ya durante el minuto de silencio se han comportado mal. Después los insultos a Werner… No son aficionados, son gente que busca confusión y que crea entrenamientos.
Mats Hummels