Existen aficionados a los que el fútbol les condiciona la forma de vida. Es el caso de Mario Djuninski, un joven nacido en Bulgaria en 1989 que ha pasado la mayor parte de su vida en Anzio (Italia). Su pasión por los Reds inició en 1997 cuándo se quedo enganchado a un Liverpool-Grimsby Town de copa de la liga. El colorido de Anfield, el ambiente del fútbol inglés y la forma de jugar de los muchachos de Roy Evans cautivó a Mario. Especialmente la estrella de aquel equipo: Michael Owen que aquella noche marcó 3 goles.
Para un niño de 8 años que apenas había podido ver un partido de élite, aquel encuentro fue una revelación:
Al inicio obviamente era demasiado pequeño, pero desde ese día el color rojo se me quedó dentro. A partir de ahí no me perdía ningún partido, a pesar de que en la época era bastante difícil encontrar un sitio para seguirles”
Mario Djuninski a la web de Gianluca Dimarzio
El amor por los reds continuó a lo largo de los años e incluso en 2001 acudió a la capital de Italia para seguir un Roma – Liverpool. Fue el primero de una larga serie de viajes por Europa animando al equipo inglés. Por supuesto no se podía perder la final de Champions League en Estambul. Aquella noche cumplía 17 años, una noche que nunca podrá olvidar. La remontada de 3-0 a 3-3 y posterior conquista de la copa ante el Milan fue una experiencia inolvidable.
Fue el punto de inflexión a partir de ahí empecé a viajar de forma constante a Inglaterra. Primero a Roma para tomar el avión hasta Manchester y después un tren. Cada vez era una emoción única.

Mario Djuninski junto a Jürgen Klopp
Tanto ha condicionado su vida el Liverpool, que este pastelero asentado en Italia ha decidido cambiar de país hace 9 meses para estar más cerca de su equipo. Quiere crecer y establecerse en las islas, seguir trabajando crecer económicamente y así poder seguir siempre de cerca a los ‘reds’.
Fuente http://gianlucadimarzio.com/