El Consejo de Gobierno de Cantabria ha decidido dar una mano al equipo de Santander y de toda la región. Se ha aprobado un presupuesto de cuatro millones de euros destinado a contratar espacios publicitarios gestionados por el Racing. En ellos se promocionará la comunidad autónoma y diversos municipios. El coste máximo anual será de un millón de euros entre el periodo comprendido entre 2017 y el 2020.
El Ejecutivo ha comunicado que «propiciará un rendimiento económico de todos los medios, tanto la equipación deportiva como los paneles y marcadores, derechos de imagen de la entidad y de los componentes del equipo o denominación y uso del estadio”.
En el comunicado oficial, el Gobierno expone que además de ayudar al club a salir de una situación muy problemática debido a la crisis económica existente, su deber es proteger el patrimonio deportivo creado por una institución con más de 100 años de historia. El Racing no sólo une deportivamente y socialmente, también es un apoyo fundamental para la estructura de las categorías inferiores en toda la región.
Esta inyección de capital supondrá un gran respiro para el equipo cántabro que estaba valorando su venta al Grupo ITM y CIE Automotive. La sociedad debe aproximadamente nueve millones de euros a Hacienda y de no reducir esa deuda podría desaparecer. Este ayuda por parte de las instituciones públicas bloquea la venta del club y abre una nueva ventana de optimismo. El presidente del club, Manolo Higuera, ha reconocido que está decisión supone un punto de inflexión.
Miguel Ángel Revilla sale ahora al rescate después de fiarse de un empresario indio que estaba buscado por la interpol. La decisión política ha encontrado la oposición en el parlamento cántabro ya que está inversión pública puede acabar en manos privadas si se acaba vendiendo la sociedad.
Aún así, este ‘parche’ puede no ser suficiente para evitar una nueva venta de la entidad a un grupo de empresas que busquen hacer negocio. Y mientras, deportivamente se sigue sufriendo en Segunda División B y con las deudas apretando. Desgraciadamente los efectos de la ruinosa gestión de Ahsan Ali Syed y Francisco Pernía siguen muy presentes en Cantabria.