
Vía http://www.tetovasot.com/
Goleada inaudita en una liga amateur en Alemania, en la Kresliga regional (sexto nivel de competición) que ha tenido una consecuencia nunca antes vista. El equipo ‘B’ del SV Vonderor cayó derrotado por 43 goles. Parece un chiste, pero el guardameta no tuvo suficiente con la humillación de un encuentro que al descanso ya iba 35-0 con sólo 8 jugadores de campo. Cinco días después fue llamado por la policía.
Marco Kwiotek, guardameta que trataba de olvidar lo sucedido el fin de semana, declaró que sólo “querían aclarar un par de cosas”. Probablemente el resultado llamó la atención en alguna casa de apuestas local. El presidente de la entidad, Christian Schröer, declaró no saber nada de la rocambolesca historia aunque añade que no ha logrado hablar aún con su jugador. Tampoco su entrenador Yvonne Liesenfeld – que recibió 500 mensajes de apoyo en Facebook desde goleada de su equipo – ha sabido explicar que está pasando con la policía. Lo cierto es que la investigación sigue su curso y que todo se ha tratado de forma muy discreta.
Desde la otra parte no han recibido ninguna acusación, es más el PSV Oberhausen decidió jugar también con sólo 8 futbolistas el segundo tiempo en símbolo de respeto. El resultado no importaba, de hecho según las crónicas los locales invitaron a cerveza a sus rivales tras el partido demostrando el buen ambiente que hubo en el campo.
Una historia que parece surrealista debido a la investigación de la policía. El fútbol se ha convertido en sospechoso a todos los niveles. Incluso en los más bajos, parece que cualquier partidillo puede convertirse en sospechoso de limpiar dinero.