Primavera de 2013, más de 300 migrantes provenientes mayoritariamente de las regiones del Cuerno de África llegan a Hamburgo pasando por Lampedusa. La segunda, isla situada en el sur de Italia es conocida por ser el puerto de llegada del Mar Mediterráneo para millones de individuos y familias en busca de asilo político. La primera, ciudad alemana es un lugar particularmente comprometido con la acogida y la integración gracias al barrio de St. Pauli. Una fracción dónde la comunidad ayuda a los más desfavorecidos y dónde la solidaridad es palpable en el ambiente.
En ese contexto nace el movimiento transversal: “Lampedusa en Hamburgo” constituido por activistas, aficionados y simples ciudadanos solidarios. Esta organización se crea para ayudar a los individuos que buscan asilo bajo el eslogan: “We are here to stay” (“Estamos aquí para quedarnos”). Entre las varias actividades realizadas, una de las primeras en poder completarse fue la creación de un equipo de fútbol, el FC Lampedusa Hamburgo, formado por una veintena de refugiados. Una demostración de cómo el deporte es un vehículo de inclusión y reivindicación política a 360 grados.
El distrito de St. Pauli siempre ha sido un lugar de lucha y protestas. Una característica creada por los operarios portuarios en el siglo XVIII, ellos desarrollaron antes que nadie una conciencia de clase bien definida y autónoma respecto a las instituciones. Desde los intentos de insurrección de la Revolución llevada por el Partido Comunista del KPD, pasando por plaga de contagios de SIDA, la crisis portuaria o los problemas sociales del siglo. El barrio siempre ha sido muy activo.
En especial, la crisis portuaria sirvió para ocupar las casas populares de las familias que dejaban la ciudad en virtud de diferentes colectivos necesitados. De esta manera se combatió contra las políticas de especulación y contra varios grupos neonazis que querían hacerse con el control del barrio.
El distrito dispone de una sociedad polideportivo y es importante remarcarlo ya que a mitad de los años ochenta, unas sesenta personas de los espacios de Hafentrasse empezaron a seguir al club de tercera división afincado en la zona. En aquel tiempo ya había muestras de su calor en las gradas, poco a poco la afición fue creciendo e iniciaron a mostrarse mensajes políticos contra el racismo y la discriminación. De ahí la consagración oficial del FC St. Pauli como organización antifascista y antiracista en una comunidad inclusiva. Una evolución conquistada gracias al empuje de sus seguidores.
Dichos valores representativos no sólo existen en la sección de fútbol, también en todas las secciones: desde el rugby hasta el balonmano. Precisamente una de las últimas iniciativas han salido de sus propios socios. Así, el pasado otoño de 2013 se gestó el proyecto: FC Lampedusa Hamburgo. El equipo de migrantes hasta ahora ha disputado algunos partidos y torneos amistosos contra diversas categorías del FC St Pauli, incluido dentro de la entidad oficial, grupos de aficionados y clubes populares como Babelsberg o United Glasgow. El objetivo principal es sensibilizar a las instituciones y a la comunidad sobre la cuestión social y política de los solicitantes de asilo.
El pasado 30 de julio de 2016, antes del amistoso ante el Sevilla, en el estadio Millerntor los miembros del FC Lampedusa Hamburgo desfilaron sobre el terreno de juego junto al resto de secciones deportivas de la sociedad. Un acto que oficializó su integración dentro de la estructura deportiva. Nacía de forma oficial el FC Lampedusa St. Pauli.
Ese acto supuso a todos los efectos la victoria del modelo de asociación de la entidad, mostrando un mensaje positivo y optimista, del antiracismo a la participación activa. Si esto es posible es gracias a las llamadas Abteilungen, organizaciones que acogen a los socios propietarios del club que tiene un amplió poder de decisión. En St. Pauli, su asociación está formada por cerca de 30.000 socios, de los cuáles la mitad participan de forma muy activa proponiendo medidas a la directiva. Una forma de dar voz a la base social que cada fin de semana acude al estadio. En este órgano también están inscritos los jugadores y técnicos del FC Lampedusa.
Un nuevo ejemplo cómo el fútbol sirve para construir una sociedad más solidaria, participativa y antiracista. El FC Lampedusa St. Pauli, ha venido para quedarse.