Que el fútbol italiano no pasa por su mejor momento en el último lustro no es ninguna novedad y a juzgar por lo ocurrido el año pasado la recuperación aún está lejos. Fracaso al caer en la fase de grupos en el último Mundial, el año pasado solo la Juventus logró salvar el papel mínimamente en Europa (a pesar de ser eliminada en fase de grupos en la Champions) y lo peor: las gradas de los estadios continúan sin llenarse debido a que las televisiones de pago resultan más cómodas a los aficionados que prefieren gastarse el dinero del abono en un uno de los múltiples paquetes televisivos y no en desplazarse a estadios vetustos cuya comodidad es casi nula.
¿La explicación? Como casi todo en el mundo del fútbol actual, el dinero. Los grandes dirigentes de los clubes italianos ya no disponen de tanto capital para invertir y se han visto superados por los dos grades españoles, los “petrodólares” o los multimillonarios que ven negocio en los equipos de fútbol. Y claro en los tiempos que corren, si no dispones de fortuna para fichar, pierdes la capacidad de atraer a grandes jugadores capaces de conseguir resultados y de llenar estadios por su tirón mediático.
Sin embargo el año pasado ocurrió algo que no pasaba desde hace seis temporadas, incrementó el número de público en los estadios y también el número de abonados gracias a una pequeña bajada de precios y sobre todo a una buena temporada de equipos alejados del éxito en los últimos años: Fiorentina, Torino, Sassuolo o Hellas Verona realizaron una gran año y esto sirvió para que su masa social creciera respecto a años anteriores.
Visto lo sucedido algunos equipos han visto ya la recuperación y han vuelto a subir los precios de los abonos. Esto supone volver a relacionar el número de aficionados animando a su equipo con de los buenos resultados mientras una minoría de aficionados más fieles que continúan siendo castigados por la“tessera del tifoso” o por precios que beneficia al aficionado que solo aparece cuándo las cosas van bien.
Evolución de espectadores de media en Serie A
Espectadores en las dos últimas temporadas por equipos
En la siguiente tabla se puede seguir la evolución de los espectadores por equipos. Destaca por el aumento de masa social los equipos ascendidos entre ellos sobre todo el polémico Sassuolo (se cambió de estadio ofreciendo entradas económicas seduciendo a espectadores neutrales o de la ciudad de Reggio Emilia). Otro caso positivo es el de la Fiorentina, sus buenos resultados han llevado a sumar diez mil espectadores más de media de un año a otro.
Por otro lado hay equipos en los que su mejoría deportiva no se ha traducido en mayor presencia de “tifosi” en el estadio, por ejemplo casos como Parma o Roma. Ambos han mejorado drásticamente sus resultados de un año a otro (la Roma incluso estuvo peleando el Scudetto durante varias jornadas) pero ni aun así han las gradas se han logrado estar más pobladas.
Análisis de los precios de los abonos de la temporada 2014
Si se analizan los 20 equipos que componen esta temporada la liga italiana se pueden apreciar diversas tendencias. Una de las primeras cifras que llama la atención es la del precio del abono de la Juventus, campeona de liga y con un público potencial muy grande por sus resultados dispone de un estadio de una capacidad no muy amplia: 41 000 espectadores. Es poor ello por lo que se puede permitir elevar a 440€ el precio del abono más económico (más del doble que muchos de sus rivales).
Con estos datos la media para hacerse socio en la competición es de unos 220€ para un adulto, aproximadamente unos 22€ al mes. Un precio muy similar a contratar un abono en cualquiera de las dos plataformas de pago para disfrutar de todos los encuentros de la jornada.
De esta tabla, la gran parte de precios que aparecen han incrementado respecto al año pasado, algunos aprovechando los buenos resultados conquistados el año pasado. Un ejemplo de esto es la Fiorentina dónde el año pasado se podía conseguir un nuevo abono en Curva Ferrovia por 120 euros y este año el precio mínimo para abonarse durante todo el año ha subido a 250 euros, es decir, más del doble fuera del periodo de incentivación. Caso similar de subida de precios en otros equipos que han realizado buena campaña la temporada anterior como Torino, Roma o Napoli.
De manera diversa también mostramos los abonos más caros dónde también surge algo curioso. No es la Juventus la que tiene el precio más alto de sus palcos (al contrario es uno de los más económicos), mientras Milan y Lazio son los equipos que más caro venden sus entradas VIP, dos equipos que en el último año han perdido espectadores debido a la mala gestión de sus dirigentes.
De los abonos más caros a la zona más privilegiada del estadio se saca la conclusión que sólo 6 de los 20 equipos ponen estos abonos a un precio inferior a los 1000 euros: Cagliari, Sassuolo, Udinese, Verona y Sampdoria (el Chievo Verona ni siquiera ofrece servicios VIP). Todos ellos a excepción de la Sampdoria se tratan de los equipos que menor masa social han llevado a los estadios el año pasado.
Para concluir, este informe muestra como si sigue con esta dinámica de precios en los parece complicado que los clubes consigan devolver a la gente a las gradas. Más aún si sigue favoreciendo a aficionados que solo se acerca al estadio cuando el viento va de cara ya que puede encontrar precios bastante asequibles por un solo partido. Por tanto, recuperar el ambiente de hace años dónde las gradas era un espectáculo tiene que pasar por premiar a los aficionados que siguen a su equipo durante todo el año y que una simple mala racha de resultados no tire atrás sus ganas de animar.
Mario Gago Huerta
(@gago_mario)