Poco antes del estallido de la Primer Guerra Mundial, en 1939, un sorprendente Portsmouth conquistaba la FA Cup superando holgadamente al Wolverhampton en la final por 4-1. En aquella plantilla del ‘Pompey’ destacaba un extremo escocés de carácter irreverente: Jimmy Guthrie. Futbolista con una amplía carrera, pero cuyo recuerdo destacaría por la lucha para la obtención de derechos fundamentales para los futbolistas británicos.
La primera rebelión que dio origen a una serie de motines llegaría en esa final de copa en Wembley. Antes de la gran cita, el vestuario se enteró que solo dispondría de 5 entradas para repartir entre sus familiares y amigos. – Hay que aclarar que en aquellos tiempos, los sueldos no eran privilegiados y que con la reventa de algún billete se podía ganar un buen ‘extra’. – Por ello, el número reducido de invitaciones hizo cabrear a todo el equipo, una protesta que lideró Guthrie y en la que dijo al club qué “o cedían o no saltarían al campo”. Finalmente, los dirigentes cedieron y se regalaron hasta 16 pases por jugador. Este antecedente activó a Jimmy hasta convirtiéndose en un referente para sus compañeros de profesión que lo veían como un líder.
Otra reivindicación famosa ocurrió en 1942, en la final de la London War Cup, dónde se reclamaron sueldos no pagados durante los tres años anteriores. En esa ocasión, la amenaza de suspender el partido con 72.000 personas en el estadio llegó a estar muy presente ya que la ‘huelga’ se realizó a escasos minutos del inició del encuentro.
“No podemos continuar con esta dictadura en el fútbol. Está podrido y ha llegado el momento de tomar decisiones drásticas”
Guthrie en 1949
Con esta manera de actuar, tan ‘radical’ para la época, el escocés empezó a sufrir presiones de directivas y organismos del fútbol inglés y tuvo que readaptarse. Como presidente del sindicato de jugadores logró grandes medidas en favor de la personalización de los futbolistas: Aumentos de sueldo, fondo de pensiones, seguro médico y hasta una carta de derechos como trabajadores especializados.
La figura de Jimmy Guthrie supuso un antes y un después en la profesionalización del fútbol en la Europa de post-guerra. En un periodo en el que el deporte empezaba a convertirse en el entretenimiento preferido, logró el empoderamiento de un gremio que hasta la fecha era sometido por unos pocos empresarios.
“Hay que aplastar un sistema que permite que seres humanos sean vendidos como ganado. Como en los tiempos feudales, están atados a un señor que, si se rebelan, les impide cambiar de trabajo”
Guthrie en 1955