La selección China solicitó a Alemania poder disputar partidos en el campeonato ‘Regionalliga’ (4º división del país) para preparar mejor los JJOO de Tokyo 2020. De hecho, en el grupo sur-oeste había preparado a propósito la competición con 19 equipos, de tal modo que el equipo que descansa jugase contra dicho combinado. A cambio, los clubes de la categoría recibirían 15.000 euros cada uno.
Pero, por mucho que fuese buena económicamente, la medida fue rechazada por los aficionados locales en su totalidad. De tal manera que en el primer encuentro contra el Schott Mainz se tuvo que suspender el partido durante 30 minutos debido a las protestas. Además, varias personas en las gradas llevaban banderas del Tibet para protestar por la represión ejercida por el gigante asiático. Al ver dichas banderas, los jugadores y entrenadores chinos decidieron abandonar el campo y solo aceptaron volver cuando se hubiesen retirado.

Al mismo tiempo, diferentes grupos de seguidores continuaron organizando eventos de protestas y de recolección de fondos. La idea era donar los ingresos a sus clubes, por lo que podían darse el lujo de renunciar a la cantidad 15 mil euros que cada club se comprometió a recibir por aceptar el proyecto.
Con todos estos ingredientes, al final el proyecto ha acabado cayendo por su propio peso. Desde el Ministerio de Exteriores de China atacaron duramente al organismo alemán por no actuar contras la banderas del Tíbet y, finalmente, suspendieron el acuerdo mediante un comunicado oficial: “En vista de los indicadores sustanciales para una mayor escalada, DFB y el CFA concluyen que los acontecimientos no están en sintonía con los objetivos iniciales previstos para los partidos amistosos”,
Sin embargo, desde DFB continúan con la idea de poder finalizar el acuerdo y por el momento creen que los 15 partidos amistosos restantes se podrán jugar después de las vacaciones de invierno de enero.