MyROMA ha sido el primer supporters trust nacido en la Serie A. En los últimos años ha ganado muchas batallas, por ejemplo contra la “Tessera del Tifoso” o para el respeto de los colores tradicionales del club. Ahora, en una etapa de cambios radicales, está defendiendo el histórico escudo de la AS Roma y propone una Curva Sud de pie y a precios populares en el nuevo estadio. ¿Será la nueva propiedad estadounidense será tan clarividente para darse cuenta de sus propuestas?
¿Qué es MyROMA?
En mayo de 2010 nació oficialmente MyROMA, el primer supporters trust de la Serie A italiana, con el objetivo fundamental de llevar la práctica del accionariado popular en la Associazione Sportiva Roma. Jurídicamente, MyROMA es una asociación, o sea la persona jurídica admitida por la ley italiana que más se acerca a los trust europeos y al concepto mismo de accionariado popular.
El proyecto se inspira a los principios del accionariado popular europeo: máxima democracia, ausencia de ánimo de lucro, gran participación popular y sostenibilidad económica.
El modelo europeo (sobre todo alemán e inglés) se diferencia del clásico “club de socios” español: mientras en este último los socios poseen y gestionan enteramente el club, en los estados donde la forma asociativa ya no está más permitida en el mundo del fútbol los supporters trust participan directamente al accionariado del club junto con los otros accionistas. En particular, en Alemania un trust de socios no puede vender más del 49% del club, o sea tiene que quedarse come accionista mayoritario, con excepción de algunos clubes ligados a realidades del mundo industrial alemán.
MyROMA participa activamente al capital social del AS Roma para contribuir al suyo crecimiento económico y deportivo, y al mismo tiempo se fija como objetivo lo de representar los intereses de la colectividad de los aficionados romanistas.
Su papel en el club es complejo: MyROMA es un sujeto que se alinea constantemente en defensa de la tradición, de la historia y de la cultura del club giallo-rosso. Además de esto, se ocupa también del envolvimiento de los aficionados niños, mayores, discapacitados o domiciliados al extranjero, así como de proponer políticas de merchandising que ayuden el club a hacerse cada vez más autosuficiente económicamente.
Las batallas y las propuestas
Como ya hemos dicho, MyROMA se pone come objetivo a largo plazo lo de la gestión del club mediante accionariado popular, conduciendo paralelamente numerosas batallas y llevando constantemente propuestas a la sociedad. Describimos aquí, sin el objetivo de ser exhaustivos, dos entre los mayores resultados obtenidos por MyROMA en estos cuatro años.
Por primero, porque ha sido un resultado que de implicancia nacional, la introducción del carnet de entradas e y de la away card: en los años en que la “Tessera del Tifoso” impedía a quien no la tenía de abonarse y de y de seguir su equipo fuera de casa, MyROMA ha provisionado la AS Roma de las herramientas jurídicas para garantizar a sus aficionados la posibilidad de seguir en cualquier sitio el propio club. De esta manera, muchísimos otros clubes italianos han podido permitir a sus aficionados de abonarse e irse de desplazamiento sin la obligación de ser identificados por la policía y de comprarse una tarjeta de débito, demostrando la miopía y la inutilidad del proyecto “Tessera del Tifoso” impuesto por el entonces Ministro de Interiores Roberto Maroni.
Un ámbito en el que MyROMA siempre ha destacado por ser el sujeto más activo en la defensa de la tradición es el de la camiseta y de los colores. La camiseta de la Roma tiene una historia atormentada: demasiadas veces sus colores, los de la ciudad de Roma, han sido alterados por fines de marketing o simplemente por mal gusto. En la temporada 2012-13, por primera vez después de muchos años, después de una importante campaña que ha envuelto muchísimos aficionados, MyROMA ha obtenido que por lo menos el rojo adquiriera una tonalidad más obscura, muy cercana a la originaria. Cuanto al amarillo, al contrario, se ha tenido que esperar a la temporada 2013-14: con el desaparecer del sponsor Wind, de color naranja, han venido a menos los motivos de acuerdo tonal que habían transformado el amarillo de la camiseta en naranja. Finalmente, para la temporada actual, la AS Roma tiene una camiseta digna de su historia, esencial e inspirada a las que venían utilizadas en la primera mitad del siglo: la esperanza de todos es que Nike siga en esta línea de respeto de la tradición.
Por supuesto, estos solo son dos de los numerosos proyectos llevados a cabo por MyROMA en los años, entre los cuales figuran: la campaña “No al falso”, contra la difusa y no contrastada práctica de la falsificación de productos oficiales; la campaña “Open Trigoria”, para restaurar el libre acceso a los entrenamientos y a la ciudad deportiva de la Roma; el proyecto “Stadio bus”, facilitar el acceso al estadio a los aficionados discapacitados; la creación de un grupo de donadores de sangre; la fiesta del papá en la ciudad deportiva.
La situación actual: el nuevo escudo y el nuevo estadio
La llegada de un grupo de inversores estadounidenses como nuevos accionistas mayoritarios de la Roma ha revolucionado muchos aspectos del club, que desde el punto de vista deportivo ha claramente mejorado: este año la Roma vuelve en Champions después de muchos años y lucha por el scudetto por la segunda temporada consecutiva.
Pero la llegada de los americanos ha conllevado también cambios que han decepcionado muchos aficionados, por ejemplo la arbitraria e inesperada decisión de eliminar el histórico escudo del club para substituirlo con un nuevo logo. Aunque sea a primera vista muy parecido, el nuevo escudo presenta modificas substanciales: primera entre todas, la desaparición del acrónimo ASR, símbolo de la fusión de los equipos de la Capital que en el 1927 decidieron de unirse para representar a la ciudad de Roma. En su lugar, la escrita “Roma 1927”, un torpe tentativo de relanzar la marca del club a nivel internacional, que obviamente ha suscitado muchas perplejidades. La primera es la pregunta espontanea que en muchos se han hecho: ¿no serán tal vez los sucesos en la cancha a llevar el aumento de la fama del club, dado que los más grandes clubes del mundo no han tenido que escribir el nombre de la ciudad en el escudo? La segunda criticidad, más técnica, tiene que ver con la posibilidad de contratación: el nuevo escude es de hecho igual al logo utilizado por los productores de camisetas falsas para no perjudicar la marca registrada y para vender más a los turistas gracias a la presencia del nombre de la ciudad. ¿Coincidencias? Finalmente, la tercera y fundamental crítica es una cuestión de principio: ¿puede un presidente recién llegado, sin haber por lo menos utilizado una básica manera de consultación de la afición, cambiar el escudo de día a noche? La respuesta, que no llega solo desde MyROMA, sino da una grandísima parte de la afición, es negativa pero al mismo tiempo constructiva: MyROMA de hecho ha entendido que el logo tenía la necesidad de ser rediseñado por motivos de marketing y ha proyectado una propuesta de escudo a costa propia, que respeta la tradición y al mismo tiempo las exigencias del mercado.
Otro enorme partido que en estos meses está jugando MyROMA es, por supuesto, ligado a todas las reivindicaciones y las propuestas en cuanto a la construcción del nuevo estadio: la nueva instalación abrirá en 2017 (así dicen desde el club y el Ayuntamiento) y representará la vanguardia en Europa (dicen siempre ellos). La primera cuestión tiene que ver con el precio de las entradas: los precios italianos están llegando a la altura de los españoles, mientras en Alemania hay quien va en el fondo a ver los campeones de Europa por menos de 15 euros. En general, los precios para ver la Roma al estadio están subiendo, sobre todo por los llamados main event: los precios de los partidos importantes amortiguan ya el entusiasmo de un público que llenaría todas las 70.000 plazas del Olímpico. Además, la sociedad ha reducido los descuentos para las familias y las mujeres, perjudicando a dos clases de público que al contrario se tendría que incentivar.

El futuro estadio de la Roma se construirá en el área de Tor di Valle, con un diseño exterior inspirado en el Coliseo.
La otra cuestión crucial es la de la futura Curva Sud: los aficionados piden al unísono que sea única, sin anillos u otras divisiones, y realizada según los estándares de la safe standing area, para no perder sino aumentar la energía que cada partido la Curva infunde al equipo. Pero solo estamos al comienzo del recorrido y por cierto la construcción del nuevo estadio conllevará otras críticas. ¿Algún ejemplo? Naming rights, transporte público, relaciones sobre los abonos…
Concluyendo, MyROMA representa por cierto un proyecto revolucionario en Roma y en Italia, que ha sabido conjugar a la larga lucha para la afirmación del accionariado popular muchas reivindicaciones, cuestiones y propuestas, hasta devenir el organismo más representativo de la colectividad de la afición romanista. La asociación tiene muy cuidado en no confundir la parte deportiva con la societaria: todos los miembros son aficionados romanistas y actúan en el interés de la Roma, tratando al mismo tiempo de sensibilizar el club sobre lo que no va bien.
Por lo que tiene que ver con el ámbito societario, en esta nueva fase el papel de MyROMA será saber incentivar las calidades de la nueva propiedad americana: desaprensión, mentalidad ganadora, modernización del club y firma oposición a los poderosos del deporte italiano. Pero será también su tarea la de vigilar cuando entran en juego los defectos que hasta ahora han caracterizado la gestión made in USA: poco respeto de la historia y de la tradición, tendencia al modelo de tifo norteamericano, poco contacto con el ambiente de los aficionados y una buena dosis de autoritarismo… Pero la ausencia de este último elemento, efectivamente, solo puede ser garantizada cuando la propiedad del club son los mismos aficionados.
Valerio Curcio
@ValerioCurcio
Redactor de Wanderers, el fútbol del pueblo
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MyROMA: il primo progetto di azionariato popolare nella Serie A
MyROMA è stato il primo supporters trust ad attivarsi nella Serie A. Negli ultimi anni ha vinto molte battaglie, come quella contro la Tessera del Tifoso e quella per il rispetto dei colori tradizionali del club. Adesso, in una fase di grandi cambiamenti, sta difendendo lo storico stemma dell’AS Roma e nel nuovo stadio propone una Curva Sud in piedi e a prezzi popolari. La nuova proprietà americana sarà così lungimirante da realizzare le sue proposte?
Cos’è MyROMA?
Nel maggio 2010 è nata ufficialmente MyROMA, il primo supporters trust (fondo di tifosi) della Serie A italiana, con lo scopo fondamentale di portare la pratica dell’azionariato popolare all’interno dell’Associazione Sportiva Roma. Giuridicamente, MyROMA è un’associazione, ovvero il soggetto giuridico previsto dalla Legge italiana che più si avvicina ai trust europei e al concetto stesso di azionariato popolare. Il progetto si ispira ai principi dell’azionariato popolare europeo: massima democraticità, assenza dello scopo di lucro, vasta partecipazione popolare e sostenibilità economica.
Il modello europeo (soprattutto tedesco ed inglese) si differenzia dal classico “club de socios” spagnolo: mentre in quest’ultimo i soci possiedono e gestiscono interamente il club, negli stati dove la forma associativa non è più prevista nel mondo del calcio i supporters trust partecipano direttamente all’azionariato del club al fianco di altri azionisti. In particolare, in Germania il trust dei tifosi non può alienare più del 49% del club, ovvero deve rimanere azionista di maggioranza, eccezion fatta per alcuni club legati a realtà del mondo industriale tedesco.
MyROMA partecipa attivamente al capitale sociale dell’AS Roma per contribuire alla sua crescita economica e sportiva, e allo stesso tempo si pone l’obiettivo di rappresentare gli interessi della collettività dei tifosi giallorossi.
Il suo ruolo all’interno del club è molteplice: MyROMA è un soggetto che si schiera costantemente a difesa della tradizione, della storia e della cultura del club giallorosso. Oltre a ciò, si occupa anche del coinvolgimento di tifosi bambini, anziani, disabili e residenti all’estero, così come di proporre politiche di merchandising che aiutino il club a rendersi sempre più economicamente autosufficiente.
Le battaglie e le proposte
Come abbiamo detto, MyROMA si pone come obiettivo a lungo termine quello della gestione del club tramite azionariato popolare, conducendo parallelamente numerose battaglie e portando costantemente proposte alla società. Descriviamo qui, senza lo scopo di essere esaustivi, due fra i principali risultati ottenuti da MyROMA in questi quattro anni.
In primis, poiché è stato un risultato che ha avuto un risvolto a livello nazionale, l’introduzione del carnet di biglietti e della away card: negli anni in cui la Tessera del Tifoso impediva a chi non ne fosse in possesso di abbonarsi e di andare in trasferta, MyROMA ha fornito gli strumenti giuridici all’AS Roma per garantire ai propri tifosi la possibilità di seguire ovunque il proprio club. In tale maniera, moltissimi altri club italiani hanno potuto permettere ai propri sostenitori di abbonarsi e andare in trasferta senza l’obbligo di essere schedati dalla Questura e di comprarsi una carta di credito, dimostrando di fatto la miopia e l’inutilità del progetto Tessera del Tifoso imposto dall’allora Ministro dell’Interno Roberto Maroni.
Un ambito in cui MyROMA si è sempre distinta per essere il soggetto più attivo in difesa della tradizione è quello della maglia e dei colori sociali. La maglia della Roma ha una storia travagliata: sin troppe volte i suoi colori, quelli della città di Roma, sono stati stravolti per fini di marketing o semplicemente per cattivo gusto. Nella stagione 2012-13, per la prima volta dopo molti anni, dopo un’importante campagna che ha coinvolto moltissimi tifosi, MyROMA ha ottenuto che perlomeno il rosso acquisisse una tonalità più scura, molto vicina a quella originaria. Per il giallo, invece, si è dovuto aspettare la stagione 2013-14: con la scomparsa dello sponsor Wind, di colore arancione, sono venuti meno i motivi di accordo tonale che avevano trasformato il giallo della maglia in arancione. Finalmente, per la stagione in corso, l’AS Roma ha una maglia degna della sua storia, essenziale e ispirata a quelle usate nella prima metà del secolo: la speranza di tutti è che la Nike continui su questa linea di rispetto della tradizione.
Ovviamente questi sono solo due dei tanti progetti portati a termine da MyROMA negli anni, fra i quali figurano: la campagna “No al falso”, contro la dilagante e incontrastata falsificazione dei prodotti ufficiali; la campagna “Open Trigoria”, per ripristinare il libero accesso agli allenamenti e al centro sportivo della Roma; il progetto “Stadio bus”, per facilitare l’accesso allo stadio ai ragazzi disabili; la creazione di un gruppo di donatori di sangue; la festa del papà a Trigoria.
La situazione attuale: il nuovo logo e il nuovo stadio
L’entrata di un gruppo di investitori statunitensi come nuovi azionisti di maggioranza della Roma ha rivoluzionato molti aspetti del club, che dal punto di vista del campo è nettamente migliorato: quest’anno la Roma torna in Champions dopo molti anni e lotta per lo scudetto per la seconda stagione consecutiva.
Ma l’arrivo degli americani ha comportato anche cambiamenti che hanno fatto storcere la bocca a molti tifosi, primo fra tutti l’arbitraria e inattesa decisione di eliminare lo storico stemma del club per rimpiazzarlo con un nuovo logo. A prima vista molto simile, il nuovo stemma presenta in realtà modifiche sostanziali: prima fra tutte, la scomparsa dell’acronimo ASR, simbolo della fusione fra le squadre della Capitale che nel 1927 decisero di unirsi per rappresentare la città di Roma. Al suo posto, la scritta “Roma 1927”, un goffo tentativo di rilanciare il marchio del club a livello internazionale, che ovviamente ha suscitato tante perplessità. La prima è la domanda spontanea che in molti si sono fatti: non saranno forse i successi sul campo a procurare l’aumento della fama di un club, visto che i più grandi club del mondo non hanno avuto bisogno di scrivere il nome della città sullo stemma? La seconda criticità, più tecnica, riguarda proprio la possibilità di contraffazione: il nuovo logo è infatti identico a quello utilizzato dai produttori di magliette contraffatte per non ledere il marchio registrato e per vendere di più ai turisti grazie alla presenza del nome della città. Coincidenze? Infine, la terza e fondamentale critica ne fa una questione di principio: può un presidente appena arrivato, senza aver quantomeno adottato una basilare modalità di consultazione dei tifosi, cambiare lo stemma da un giorno all’altro? La risposta che arriva non solo da MyROMA, ma da una grandissima parte del tifo giallorosso, è negativa ma allo stesso tempo costruttiva: MyROMA infatti ha inteso che il logo avesse bisogno di un restyling per motivi di marketing e ne ha progettato uno a proprie spese, che rispetta sia la tradizione sia le esigenze di marketing.
Un’altra enorme partita che in questi mesi sta giocando MyROMA è, ovviamente, legata a tutte le richieste e le proposte riguardo alla costruzione del nuovo stadio: il nuovo impianto sorgerà nel 2017 (così dicono dalla società e dal Comune) e rappresenterà l’avanguardia in Europa (dicono sempre loro). La prima questione riguarda il caro-biglietti: un processo che sta portando i prezzi italiani al livello di quelli spagnoli, mentre in germania c’è chi va in curva a vedere i campioni d’Europa con meno di 15 euro. In generale, i prezzi per vedere la Roma allo stadio stanno salendo, soprattutto per ciò che riguarda i cosiddetti main event: i prezzi delle partite di cartello smorzano ormai l’entusiasmo di un pubblico che riempirebbe tutti e 70.000 i posti dell’Olimpico. In più, la società ha ridotto drasticamente le agevolazioni per le famiglie e per le donne, colpendo proprio due fasce di pubblico che andrebbero invece incentivate. L’altra questione cruciale è quella della futura Curva Sud: i tifosi chiedono all’unisono che sia unica, senza anelli e altre divisioni, e realizzata secondo gli standard della safe standing area, per non perdere e anzi aumentare l’energia che la Curva ad ogni partita infonde alla squadra. Ma siamo soltanto all’inizio del percorso e sicuramente la costruzione del nuovo stadio solleverà altre criticità. Qualche esempio? Naming rights, trasporto pubblico, prelazioni sugli abbonamenti…
Concludendo, MyROMA rappresenta certamente un progetto rivoluzionario a Roma e in Italia, che ha saputo affiancare alla lunga lotta per l’affermazione dell’azionariato popolare tante vertenze, questioni, proposte che ne hanno fatto di gran lunga l’organismo più rappresentativo della collettività del tifo romanista. L’associazione è molto attenta a non confondere la parte sportiva con quella societaria: tutti i membri di MyROMA sono tifosi romanisti e agiscono nell’interesse della Roma, cercando allo stesso tempo di sensibilizzare il club sulle cose che non vanno.
Proprio per quanto riguarda l’ambito societario, in questa nuova fase starà proprio a MyROMA saper incentivare le qualità della nuova proprietà americana: spregiudicatezza, mentalità vincente, svecchiamento del club e ferma opposizione ai potenti dello sport italiano. Ma sarà anche suo compito sorvegliare quando entrano in campo i difetti che finora hanno caratterizzato la gestione made in USA: poco rispetto della storia e della tradizione, tendenza al modello di tifo all’americana, poco contatto con l’ambiente dei tifosi e una buona dose di autoritarismo… Ma l’assenza di quest’ultimo elemento, in effetti, può essere garantita solo quando la proprietà del club sono i tifosi stessi.
Valerio Curcio
@ValerioCurcio
Redactor de Wanderers, el fútbol del pueblo