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Piernas de un futbolista

¿Por qué el Salmantino juega en el Helmántico y no Unionistas?

La venta del Estadio Helmántico a un empresario mexicano lo cambió todo

El derbi de este domingo entre Salmantino y Unionistas ha despertado el interés de la prensa deportiva nacional y de muchos aficionados al fútbol. Una de las preguntas más recurrentes de quienes se acercan por primera vez a esta nueva etapa del fútbol charro es por qué el Salmantino juega en el Estadio Helmántico y no así Unionistas. En este artículo trataré de explicarlo de la manera más pedagógica posible.

La  Unión Deportiva Salamanca desapareció en 2013 debido a su elevado endeudamiento, a la aquiescencia de Juan José Hidalgo y, aunque en menor medida, también a la pasividad institucional. El principal acreedor de la  UDS era Hacienda, esto es, el conjunto de la ciudadanía. La UDS tenía el Estadio Helmántico en propiedad, así que, como en cualquier concurso de acreedores, este bien inmueble se subastó para pagar a Hacienda. Las vicisitudes de este procedimiento las conté en su momento. Basta recordar ahora que el Estadio Helmántico estaba valorado en unos 14 millones de euros y que nadie concurrió a la subasta.

Declarada desierta la subasta, lo más sensato hubiese sido que Hacienda se quedara con el Estadio para cobrar la deuda y que, posteriormente, las Administraciones implicadas acordasen una fórmula de colaboración institucional para rentabilizarlo económica y socialmente. Pero los poderes públicos no mostraron interés en quedarse con una instalación deportiva de primer nivel, en la que poco tiempo atrás había disputado partidos la selección española. Incomprensible.

Como nadie concurrió a la subasta, se procedió a la venta directa del bien, un proceso menos regulado y garantista, ya que únicamente lo gestiona el administrador concursal. Fue entonces cuando un desconocido joven mexicano llamado Miguel Alejando Miranda hizo una oferta irrisoria, de un millón de euros (recordemos que el estadio estaba tasado en 14 millones). Aunque la Administración pública tenía otra oportunidad para ejercer su derecho de retracto, ningún responsable político movió un dedo para hacerse con el Estadio Helmántico por tan bajo precio, un error de Mañueco y sus compañeros de partido que les acompañará siempre.

¿Quién es Miguel Alejandro Miranda?

Miranda no resultó ser un importante empresario mexicano como en un principio se anunció; hoy sabemos que sólo se trataba de un prestanombre. De hecho, al escriturar el Estadio, éste paso a ser propiedad de una desconocida empresa: Desarrollos Empresariales Deportivos, SL. Esta empresa, que nombró administrador único a Miguel Alejandro Miranda, había sido creada años atrás por el entorno de Agapito Iglesias, el expresidente del Real Zaragoza  y personaje implicado en varios casos de corrupción. Desarrollos Empresariales Deportivos SL es una empresa sin actividad económica real y con falso objeto social: una sociedad pantalla.

Cuando Agapito Iglesias tuvo que salir del Zaragoza, club al que casi provoca su desaparición, facilitó la entrada en el accionariado del club maño de un supuesto grupo inversor mexicano en el que destacaban los nombres de los hermanastros Glenn Hamet Lovato Blanco y Luis Manuel Lovato Pérez. Frustrada aquella operación, entre otras razones, por una información del prestigioso diario Heraldo de Aragón que vinculaba a Glenn Hamet Lovato Blanco con el narcotráfico, poco más de un año después fue el propio Agapito Iglesias quien informó a este grupo mexicano de la posibilidad de comprar el Estadio Helmántico y hacerse con un club en Salamanca. La utilización de un prestanombres y una sociedad pantalla aportaban discreción a la operación diseñada en 2015. Pero, el pasado mes de mayo, el prestanombre Miguel Alejandro Miranda  dejó paso como administrador único de Desarrollos Empresariales Deportivos, SL a Luis Manuel Lovato Pérez (cambio que ha permitido conocer más datos sobre la trama), de quien se ha dicho que es, esta vez sí, el verdadero y poderoso empresario mexicano. Sin embargo, a la luz de las informaciones conocidas relativas a los humildes negocios que regenta, surgen serias dudas sobre su condición de inversor titular. A día de hoy, Lovato nunca ha hecho una rueda de prensa para dar explicaciones sobre sus negocios e intenciones, incumpliendo lo que anunció el presidente del Salmantino, Carlos Martín.

¿Y qué tiene que ver Desarrollos Empresariales Deportivos SL con el Salmantino?

El Salmantino  no es una Sociedad Anónima Deportiva, sino un club deportivo básico creado en 2013 y que, por cierto, no tiene nada que ver con la UDS ni con el filial de la UDS, aunque el nombre genere tal confusión. Los clubes deportivos básicos son asociaciones sin ánimo de lucro y, por lo tanto, no pueden tener accionistas, propietarios o ánimo de lucro, sino que están obligados a funcionar de manera democrática: los socios eligen a una junta directiva y sus beneficios no pueden ir a parar a personas concretas. Para eludir estas obligaciones legales de funcionamiento democrático y ausencia de ánimo de lucro, el presidente del Salmantino, Carlos Martín, prohíbe de facto que haya socios. Los aficionados del Salmantino todo lo más pueden ser abonados para ver los partidos, pero no socios con derechos de participación y voto. Así, como no hay socios, Carlos Martín se asegura ser presidente hasta que él quiera.

Es importante dejar claro que el Estadio Helmántico no es propiedad del Salmantino. La empresa Desarrollos Empresariales Deportivos SL, que sí tiene ánimo de lucro por su propia naturaleza, es la única propietaria del Helmántico, y lo que hace es ceder gratuitamente el uso del Estadio Helmántico al Salmantino. En la práctica, puede afirmarse que el CF Salmantino funciona como una “asociación pantalla”. Es decir, la empresa propietaria del Estadio Helmántico es la que de facto controla el Salmantino. Sin duda, el hecho de utilizar a un club de fútbol como asociación pantalla comporta importantes “ventajas” fiscales, societarias y comunicativas para el entramado, ya que el Salmantino no es una empresa, sino un club deportivo básico, esto es, una asociación sin ánimo de lucro.

Luis Manuel Lovato y el Salmantino

En efecto, la figura de Lovato, si es que Lovato es el inversor titular, no se limita a prestar el Helmántico gratuitamente, sino que también contribuye a fichar a jugadores mexicanos para el Salmantino. Últimamente, incluso desde entornos próximos al Salmantino, se admite que Víctor Iglesias, el hijo de Agapito Iglesias, ejerce de director deportivo del Salmantino a pesar de no figurar en el organigrama oficial. De hecho, Víctor Iglesias, según ha aclarado el propio Agapito, trabaja para Luis Manuel Lovato. Además, Víctor comparte un negocio de telefonía móvil (Fone Store) con Glenn Hamet Lovato, hermanastro de Luis Manuel y persona a la que se relacionó con el narcotráfico.

Si una empresa de buena fe quisiera comprar un estadio de fútbol, lo lógico sería que publicara sus tarifas de alquiler y que no se lo cediera gratuitamente a un solo club. Ceder gratuitamente un estadio, como hace Desarrollos Empresariales Deportivos, es una decisión antieconómica. ¿Por qué lo hace? ¿Por qué esta empresa ni siquiera tanteó a otros clubes como Unionistas para comprobar si estarían dispuestos a pagar un alquiler? Porque sería imposible utilizar a Unionistas como “asociación pantalla”, ya que Unionistas es un club gestionado por 2.000 socios de manera transparente, democrática y sin ánimo de lucro. El lector tendrá que sacar sus propias conclusiones. Las autoridades competentes, también.

¿Significa esto que todas las personas que acuden a ver al Salmantino forman parte de este entramado o tienen mala fe? Para nada. Muchos aficionados legítimamente quieren ver fútbol en el Helmántico y apoyan al Salmantino. Sus aficionados y niños canteranos serán los más perjudicados de esta trama. En algún momento pagarán las consecuencias. Buenas personas (y magníficos profesionales) como los exentrenadores del Salmantino  María Hernández y Pitu  ya han sido víctimas del entramado. Esto no va de rivalidad entre clubes. Abramos los ojos. El fútbol, la memoria de la UDS y la ciudad de Salamanca se merecen respeto.