El estadio Olímpico de Roma se confirma el principal laboratorio donde se experimentan las técnicas represivas en la ciudad de Roma y en toda Italia. Si la novedad del año pasado fue la instalación de dos barreras divisorias al centro de la Curva Sud y de la Curva Nord, este año la medida es mucho más refinada. Es noticia que a partir de la temporada 2016/17, todas las personas mayores de 14 años que accederán al Olímpico para partidos de fútbol serán identificadas por un sistema de reconocimiento biométrico facial.
A pesar de las noticias que han circulado en las primeras horas, la Prefettura de Roma ha confirmado que no habrá reconocimiento de improntas digitales. Entonces, ¿qué es el reconocimiento biométrico facial?
Es un sistema de reconocimiento que registra con videocámaras las características qué hacen única cada cara humana: iris; distancia entre los ojos; forma de nariz, ojos, boca; tratos distintivos; etcétera. Las caras de los aficionados que acudirán al estadio serán escaneadas por cámaras instaladas en la zona de los tornos, así que las autoridades de seguridad tendrán los datos de la escansión facial de cada espectador asociados al billete de entrada.
De esta forma, cualquier persona protagonista de actos ilegales o no permitidos será identificada automáticamente por el sistema informático, que asociará las grabaciones internas al estadio con los datos biométricos almacenados al ingreso. Por actos no permitidos, también se incluyen cosas muy comunes como el utilizo de bombas de humo o la exposición de pancartas no autorizadas.
Como indica el diario Repubblica, los datos biométricos serán gestionados por una empresa privada que colabora con el CONI (el Comité Olímpico italiano, propietario del estadio Olimpico) y luego pasarán a las autoridades policiales. Los archivos se quedarán a disposición de las autoridades desde un mínimo de uno hasta un máximo de siete días, como impuesto por la autoridad Garante della Privacy. Sin embargo, en caso de investigaciones los datos podrán ser secuestrados por la autoridad judicial.
La pregunta es obvia: ¿por qué todo esto?
Si, como ha sido escrito por muchos lados, el sistema tiene el objetivo de prevenir atentados terroristas, las contradicciones son muy evidentes: fuera del OlímpicoB siempre hay colas debidas a los mismos filtros. Esas colas se verifican en la calle “abierta”, sin que haya algún control, y serían un objetivo muy fácil para cualquier terrorista. Además, otros sitios como centros comerciales, cines, teatros, salas de conciertos, iglesias y la misma Plaza del Vaticano no tienen una tecnología tan invasiva para el reconocimiento facial. Por absurdo, en cualquier aeropuerto se podría llegar hasta la zona del metal detector con una mochila llena de explosivo, sin que haya algún control facial o anti-bomba.
Si por el contrario, el sistema tiene el objetivo de limitar los actos ilegales y de violencia al interior del estadio, hay que decir que bajo este punto de vista el nuevo sistema de reconocimiento biométrico es muy poco útil. En el interior del estadio Olimpico los episodios de violencia son muy aislados. Además, ya está activo un sistema de reconocimiento mediante cámaras (en muchos casos personas que han encendido bombas de humo al interior del estadio ya han sido detenidas en la salida y sancionadas), así como la video grabación de las caras en la zona de los tornos: la diferencia es que ahora el reconocimiento no será dirigido por la policía, sino por un sistema automático.
Varios controles de seguridad, billetes nominales, video-grabaciones de las caras, Tessera del Tifoso, sanciones preventivas sin juicio, desplazamientos prohibidos, cánticos censurados… Ya queda claro que en Italia el aficionado de fútbol ha sido elegido como el principal objeto de experimentación de control social y represión. Como si no fuera bastante, el estadio Olímpico de Roma es el principal laboratorio para las nuevas ideas de quien se ocupa de control y seguridad: este año, los aficionados que quieran ir a ver a la Roma o la Lazio tendrán que soportar no solo las barreras en el centro de los dos fondos, sino también la escansión facial asociada al reconocimiento automático de las caras. No es casualidad que el Olímpico siempre se vea más vacío.
Valerio Curcio
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[…] mundo del fútbol hablan continuamente de inversiones en este deporte. Nuevas medidas de seguridad (llegando hasta el reconocimiento facial), estadios en propiedad e innumerables campañas de publicidad. Pero a la hora de comprar […]