Tras dos años de protestas, de iniciativas, de reivindicación por parte de los hinchas de la AC Reggiana 1919 la opinión pública se ha vuelto contra ellos por arrancar un escudo del Sassuolo que Squinzi (propietario de la empresa Mapei) habia puesto en el fondo del Stadio Giglio, su fondo.
Nadie dijo nada cuando el presidente Squinzi compró el estadio de Reggio Emilia sin contar con la Reggiana, con una operación dirigida a adquirir el estadio como propiedad personal (a través de su empresa) y no para el Sassuolo. Cambió el nombre del Stadio Giglio por Stadio Mapei, cambió el granata por el azul, y sobre todo, arrancó los símbolos de la Reggiana que había en el estadio. ¿Alguien dijo algo? No, nadie se preocupó.
Ahora, dos años después, los hinchas de la Reggiana han sido colocados en el ojo del huracán por un escudo del Sassuolo, se sienten apartados, robados e insultados. Nuestro apoyo está con cada hincha de la Reggiana que no abandonó a su equipo por ver la Seria A con el Sassuolo (provincia de Módena).
El Sassuolo tiene el Stadio Ricci en su ciudad, pero utiliza el Stadio Giglio de Reggio Emilia, a golpe de talonario Squinzi a hecho del Sassuolo su juguete con el único objetivo de utilizar su particpación en la Serie A como escaparate para su empresa: Mapei.
Como dicen los tifosi granata: «Questo stadio non vi appartiene!» («Este estadio no os pertenece»).
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