Aquello que hasta hace pocos años parecía imposible – la difusión del fútbol en los Estados Unidos e incluso su elección como primer deporte para los americanos – hoy parece muy probable.
Para darse cuente solo hay que mirar lo que esta sucediendo en los estadios del otro lado del Atlántico. Gracias también a las “estrellas” (en su ocaso, claro, pero siempre en su ocaso) que eligen probar en la Major League Soccer, el principal campeonato profesional a nivel nacional, desde Beckham a Henry pasando por Robbie Keane, los espectadores han aumentado de manera constante, alcanzando un promedio similar a la Ligue 1 francesa.
Mientras tanto, también se ha mejorado la calidad del juego y aumentó los ingresos por patrocinios, merchandising y el valor de los derechos de televisión.
Después de tantas consideraciones, sin embargo, es útil tener en cuenta los estudios realizados en los últimos años en el público americano. En particular, es interesante leer los resultados de un estudio publicado a principios de este año por ESPN Sports Poll, creado en el 94 por el coloso de la información televisiva y deportiva de los Estados Unidos.
Los datos que se desprenden pueden, sin exagerar, se denominados: «shock»:
El fútbol, incluso el difamado soccer (para utilizar el término con el que la pelota se le conoce en la parte más septentrional y rica del continente americano) es el segundo deporte más popular entre los más jóvenes, el grupo de edad de 12 a 24 años, sólo superado por el fútbol (el americano) y por delante de baloncesto y béisbol, los otros dos deportes que siempre forman la santísima trinidad de los deportes realizados en los EE.UU. Más precisamente, el porcentaje de los aficionados del fútbol fue del 13,7 por ciento, frente al 24,1 NFL, 13,1 de la NBA y el 8, 1 de béisbol.
Otro dato es útil para entender cómo crecido en pocos años los seguidores del fútbol: los hoy los jóvenes (con más de 12 años) que se denominan a sí mismos los más ávidos fanáticos de la MLS son el 7 por ciento, mientras que hace una década apenas llegó a 2 por ciento. Aún mayor es el número de fanáticos si tenemos en cuenta también a los seguidores de fútbol internacional (siendo preferido – por razones obvias – al fútbol nacional), lo que equivale al 9,1 por ciento, unos 30 millones de personas.
Este adelantamiento del fútbol es evidente, al menos en el corto plazo. Quedan por apartar algunas tradiciones y la resistencia cultural que siempre han llevado a mirar con recelo en el fútbol.
En los años 90, durante el segundo intento de «invasión futbolística» (la primera se intentó en los años setenta con la aventura del Cosmos), coincidió con la Copa del Mundo organizada en 1994, el fútbol ha sido objeto de estigmatización sistemática, entendido como un deporte para fracasados que no tuvieron el coraje o el talento de relacionarse con un deporte «real».
Sigue siendo patente esta condena social actualmente, sobre todo en los más conservadores de la sociedad americana:
Entre otras cosas, el fútbol trae consigo una forma diferente de relacionarse con el deporte (Comunidad, identidad y no individualista). Como señala Luker Rich, fundador y jefe dell’ESPN Sports Poll, «los aficionados al fútbol es una verdadera comunidad, comparable – tal vez – sólo para los aficionados de deportes de la universidad o de los seguidores de las bandas históricas del rock como The Grateful Dead.»
Todo ello plantea algunos desafíos en términos de gestión de la «seguridad», debido a un fenómeno social completamente nuevo para los estándares locales.
Más fuerte que la resistencia, sin embargo, parecen ser los cambios demográficos y culturales que tienen lugar en una sociedad – la americana – cada vez más globalizada y menos asimilacionista, donde el acceso a Internet y TV por satélite le permite ir más allá de la estrecha frontera – incluso deportiva – nacional.
Entre los 50 deportistas más populares en los Estados Unidos hay tres estrellas del fútbol internacional: Lionel Messi (16º), David Beckham (20º) y Cristiano Ronaldo (24º). Frente a Messi sólo hay tres jugadores de béisbol, Albert Pujols y Derek Jeter.
Incluso ahora, el fútbol es el deporte más popular seguido por los hispanos, el grupo étnico de más rápido crecimiento. Si tenemos en cuenta sólo este grupo social, incluso en los Estados Unidos el fútbol se convirtió en el deporte más visto por los jóvenes (26,8 por ciento), ganando casi diez puntos incluso a la NFL (17.9).
Los latinos llevaron a los Estados Unidos, la pasión por el fútbol aprendida en su patria haciendo una contribución decisiva al crecimiento de su popularidad. No es casualidad que algunos de los clubes de la MLS con más tarde, como el Chicago Fire, puede contar con una buena cantidad de seguidores hispanos.
Y entonces tenemos que considerar el hecho de que el fútbol, además de ser seguido en la televisión, también se practica cada vez más entre los jóvenes. Interesantes son los datos de la Federación Nacional de Asociaciones de Escuelas Secundarias Estatales, que supervisa la práctica deportiva en las escuelas de Estados Unidos. El resultado es que los estudiantes (hombres y mujeres) de la escuela secundaria que en 2009/10 han optado por jugar al fútbol fueron cerca de 750 mil unidades. No demasiado, al menos, de aquellos que han optado por el fútbol (1,1 millones) y baloncesto 980mila, y mucho más de los que prefieren el béisbol (473mila) o voleibol (450 mil).
En definitiva, si nos fijamos en los datos en perspectiva, y si nos fijamos en las tendencias (especialmente las demográficas) entonces el discurso cambia. Podemos apostar que el día en que el fútbol se convertirá en el deporte más amado por los estadounidenses no está tan lejos.
Articulo de: Mondo Calcio
(traducido por @RussoBCF)
2 Comments
También tendrán que ver mucho las mujeres. Cuando veo una peli norteamericana me fijo que siempre son las chicas las que tienen un balón de ‘soccer’ en su cuarto.
River Plate Best of the world